Una "Milla" de despropositos

Pellizquense fuerte, frotense los ojos y comprobad que no estáis en una pesadilla, es cierto. España ha sido eliminada de los Juegos Olímpicos en la fase de grupos, a falta de un partido por jugarse y ante Japón y Honduras. Llamenlo como quieran, culpen a quien quieran, entrenador, árbitro, jugadores o la altura del cesped pero España está eliminada de una competición en la que querían emular el Oro de Barcelona '92 empezando por jugar la final sin jugar antes la fase de grupos.

El equipo que disponía hoy Milla era el mismo del viernes a excepción de Iñigo Martínez sancionado y de Rodrigo, por quienes entraron Botía y Muniaín. Quitando esos dos cambios y unos digamos "normales" primeros cinco minutos la empanada de Japón volvió a apoderarse de los jugadores. En el minuto 7, primera llegada de Honduras, primer error de la defensa española, Espinoza centra sin oposición y Bengston remata de cabeza donde no podía llegar De Gea.

Desde este momento hasta el descanso del partido los jugadores parecieron olvidarse de lo que saben hacer, de como jugar, de a quien representan e incluso de quienes eran. Primera parte muy parecida al debut ante Japón con muchas imprecisiones en los pases, pérdidas de balón, malas decisiones, inferioridad en el centro del campo, enormes dificultades a la hora de sacar el balón jugado de la defensa que propiciaban robos de balón por parte de los hondureños que llegaban con cierto peligro al área. Mata lo mejor de una primera parte gris o peor.

Tras el descanso hubo un cambio que fue clave, la entrada por Koke de Ander Herrera que cambió el juego y la actitud del equipo que pese a llevarse otro gran susto al comienzo del segundo tiempo con un palo con el que se encontró Espinoza a partir de ahí España contraatacó con otro remate al palo por parte de Adrián y con la entrada de Rodrigo por un desaparecido Isco empezó a hacer su juego a llegar al área de un Mendoza heroico y a asediar al combinado hondureño.

Un disparo a la madera de Muniain, un paradón de Mendoza, otro palo de Rodrigo, una buena ración de llegadas y disparos que se fueron acentuando cada vez más acompañados de dos graves errores arbitrales del colegiado venezolano Juan Soto que no pitó dos claros penaltis sobre Adrián y Rodrigo en los minutos finales lo que encendió el enfado de los nuestros que se veían impotentes ante la actuación arbitral y llegaron a perder los papeles como en el caso de Muniain que llegó a empujar al arbitro.

España terminó el partido colgando Tello un balón al que subió hasta De Gea a rematarlo pero que no encontró ningún rematador. Juan Soto pitó el final del partido y al poco fue increpado por varios jugadores españoles que se los fueron llevando Mata y Javi Martínez poniendo paz a un grupo que le costó encajar la derrota. Justa eliminación de una selección de Milla que en dos partidos solo jugó para ganar la última media hora del segundo. Lo peor, la imagen mostrada al perder y que todavía queda un trámite en Old Trafford ante Marruecos.