Mourinho salía con todo lo que tenía en el derbi: Casillas en portería; Arbeloa, Ramos, Pepe y Coentrao en defensa; Khedira y Alonso en el doble pívote; Özil por el centro, Di María y Cristiano por bandas; Benzemá en la punta.
Simeone sufría una importante baja de ultimísima. perdía a Filipe por una sobrecarga muscular. Courtois bajo palos tras recuperarse de la gripe; cuatro defensas: Juanfran, Miranda, Godín y Cata Díaz; Mario Suárez y Gabi en el medio; Koke y Arda Turan enganchando con la delantera sudamericana DiegoCosta - Falcao.
Minutos iniciales del derbi muy igualados en el que pese a no haber ninguna ocasión ni ningún tiro a puerta, ambos equipos se miraban de tú a tú, con mucha intensidad sin que terminara de tomar el control ninguno de los dos cuadros. La balanza se desequilibró en el minuto quince cuando Arda Turan a pocos metros de la frontal del área se imaginó que estaba en el patio de su colegio y le dio a la pelota con la mano para quitársela a Cristiano. Sí, Cristiano. Ese jugador que lanza unas dos mil ochocientas faltas al año y solo marca dos. Una en el Calderón en el pasado mes de abril, y la otra gracias a esta mano de Arda. Disparo perfecto del portugués por encima de la barrera y directo a la escuadra más lejana de Courtois. Un golazo con todas las de la ley.
A raíz de este gol el Atlético fue de menos a más entrando en una lucha continua por cada balón sin tener la opción de controlar el partido. Falcao tuvo una muy buena oportunidad que salvó Casillas, pero desgraciadamente para los espectadores neutrales, los protagonistas del partido fueron Diego Costa y Ramos, que más que unos futbolistas parecían los trencillas de alguna guerrilla. Ambos debieron ser expulsados en la primera mitad pero Undiano Mallenco dejó el listón tan alto al no amonestar a ninguno de los dos jugadores que el partido se calentó de tal manera que el resto de compañeros se contagiaron tornando el partido muy trabado y en ocasiones violento. Ninguno de los dos equipos podía hacer su juego y esto solo beneficiaba al Madrid que iba ganando.
Partido de ida y vuelta que según iban avanzando los minutos más tomaba el Madrid el control del partido, se acercaba mucho más al área rival y con mucho más peligro. Normalmente por medio de contragolpes, muchos metros de distancia entre el primer jugador de campo y el último, muy largos los equipos lo que perjudicaba al Atlético que cuando está más compacto es cuando mayor daño hace al rival. Eso no ocurría y el Madrid se crecía por minutos. En un contragolpe blanco, Cristiano se la cedía a Özil, libre de la marca de un desbordado Cata y batía con un buen remate a Courtois haciendo el segundo gol del partido y el que sería la sentencia final. En los últimos minutos del partido el Atlético no estaba. Pese a los cambios, tardíos, eso sí, de Simeone por tratar de reanimar al equipo pero el segundo gol fue un varapalo muy fuerte y Cristiano que se encontró hasta dos veces con la madera siendo el mejor jugador del Real Madrid no vio ampliada su cuenta goleadora de milagro.
Los tres puntos se quedaron otro partido más, otro año más en el Bernabeu ante un Atlético de Madrid que pese a todos los precedentes con los que llegaba esta vez, no pudo. Un Atlético de Madrid, que tras el derbi, y pese a la derrota está cinco puntos por encima de su máximo rival, a seis del inquebrantable líder Barcelona, los cuales superan a los de Mourinho en once puntos.
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