El Atletico de Madrid se ha vuelto a proclamar Supercampeón de Europa por segunda vez en dos años pasando por encima de un Chelsea que ni mucho menos ha estado al nivel que se le espera a un campeon de la Champions. También se puede ver desde el otro punto de vista, que es que el Atlético ha estado muy por encima del nivel que se le exige a un campeón de la Europa League. Es más, con el partido que ha hecho uno y otro se podría confundir quien ganó un título u otro.
Volvían a cruzar sus caminos Fernando Torres y el Atlético de Madrid que se veían frente a frente cinco años después de su salida del club. Tuvo la oportunidad de enfrentarse al club de sus amores en dos eliminatorias durante su etapa en el Liverpool pero en ambas se encontraba lesionado. Esta vez en el estadio Luis II de Mónaco Fernando Torres volvió a encontrarse con el club y la afición de su vida. Afición la cual, orgullosa de volver a cruzarse con un jugador tres veces campeón de Europa,dos veces de selecciones, una de clubes y otra del Mundo.
Pero hoy el protagonista fue otro, de nacionalidad colombiana. Radamel Falcao fue el líder indiscutible del Atlético de Madrid en un primer tiempo sublime y prácticamente insuperable de cara a la galería y para el recuerdo en el que marcó un hat-trick y tuvo la mala fortuna de encontrarse en dos ocasiones con el palo y de que el arbitro no pitó un penalti claro al comienzo del partido sobre Koke, y sí, todo esto fue en los primeros 45 minutos.
Un entrenador, Diego Pablo Simeone; y once jugadores: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Mario Suárez, Gabi; Koke, Arda Turan, Adrián; y Falcao en el papel de estrella una noche más fueron los que hicieron posible una noche de ensueño para su afición y para ellos mismos.
A los cinco minutos Falcao ya se había encontrado por primera vez con la madera tras un centro de Filipe y justo en esa jugada el árbitro obviaría un claro penalti sobre el canterano Koke. Minuto seis, Falcao decidió que se había terminado el "perdonar". Se quedó solo con un pase en profundidad de Gabi y se la picó a Cech al palo largo. Para quien no haya visto el gol se lo recomiendo porque además es muy parecido al de Torres a Alemania en Viena pero en el lado opuesto. Tras el gol el Chelsea no dio muestras de mejoría, ni mucho menos, el Atlético estuvo cerca de marcar por medio Adrián o Arda Turan pero fue de nuevo Falcao, quien frenandose en el área y encontrando el hueco en la portería donde no iba a llegar Cech marcaba el segundo para encarrilar la final. De nuevo para el que no lo haya visto, muy parecido al que él mismo le marcó al Athletic en Bucarest.
Nadie esperaba que a los veinte minutos de partido el Atlético fuera ganando 0-2 pero ni mucho menos que durante todo el primer tiempo el dominador, dueño y señor del partido fuera el Atlético sin darle una sola oportunidad al Chelsea ya no de gol, sino de demostrar como habían llegado a esta Supercopa. Un mano a mano de Gabi con Cech en el que apareció el gran meta checo, un cabezazo de Falcao al palo, un mal remate de Adrián, todo esto hasta que al borde del descanso llegara la sentencia, el tercero del Atlético y el hat-trick de Falcao. Contragolpe del Atlético, Arda Turan conduce hasta el área y en un error monumental de la defensa del Chelsea, que deja recibir solo a Falcao, cómo si no estuvieran advertidos, y el nueve cafetero que se marcha de Ramires como si de un niño se tratara y se la pasa a Cech por debajo de las piernas.
Tras el descanso el Atlético no bajó el pistón y siguió tocando el balón y presionando muy arriba para robarlo rapidamente y volver a seguir jugando la pelota, trabajo excepcional de cada uno de los jugadores, línea por línea que desactivaron al Chelsea como si de un equipo menor se tratara. Al cuarto de hora de la segunda mitad, faltaba un gol a balón parado y un jugador poco habitual en el área rival como Miranda ponía el cuarto gol con una clase nunca vista en el central brasileño levantándole el balón a Cech. La afición estaba desatada, se sabían campeones, restaba media hora de partido para disfrutar.
Alguna que otra ocasión más para Falcao, una falta muy bien tirada por un inmenso Koke que atajó Cech, posiblemente el mejor de los "blues" evitaron la manita colchonera. Simeone fue haciendo cambios para buscar la ovación a sus jugadores, Adrián por el "Cebolla", Koke por Raúl García y el cambio con el que se vino abajo el mini-Calderón en el que se había convertido el Luis II de Mónaco. Una ovación que rivalizaría en decibélios con la carrera más ruidosa de Formula 1 del Principado, una ovación dedicada a un jugador que con sus tres goles había hecho Supercampeón de Europa al Atlético de Madrid. Radamel Falcao daba paso a Emre y devolvía el aplauso a una afición entregada.
Con los cambios, algo de relajación, fiesta en las gradas y vino el gol del honor del Chelsea, nadie acierta a despejar un saque de esquina, la pelota queda muerta para Cahill que bate a Courtois. Esto no desanimó para nada a la afición colchonera desplazada desde numerosos lugares de España y de Europa hasta Mónaco que siguió cantando y saltando hasta el final del partido, homenajeando a cada uno de sus jugadores, excepcionales uno a uno, a su entrenador que se ha consagrado en el panorama europeo dando una lección táctica a un Di Matteo que necesitará ver el partido repetido para enterarse, porque en el directo estaba perdido, y a un Fernando Torres que pese hoy estar por primera vez en el bando rival, siempre está presente entre los atléticos.
La Supercopa fue levantado por el nuevo capitán, Gabi, que tras su pase por el Zaragoza ha vuelto para quedarse en el club de sus vida y levantando títulos. La fiesta se prolongará durante todo el sabado por Madrid, en Neptuno y en cualquier lugar y en cualquier momento donde haya un aficionado del Atlético de Madrid.
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