En el partido de ida el 11 de enero en el Etihad Stadium el Liverpool empezaba sorprendiendo a los citizens en su propio campo, a los diez minutos Savic le hacía un penalti claro a Agger que transformaba Gerrard en el tanto de la victoria, gol que sería el definitivo en ese partido de ida, en el que se veía un Liverpool muy sólido y bien posicionado aguantando los arreones de un City sin Silva al que Mancini le daba descanso, arrepintiéndose seguro más tarde pues un City sin el canario y otro con él puede variar mucho.
En el partido de vuelta, con Anfield Road vestido con sus mejores galas como en las grandes noches de fútbol se vió un partido muy distinto al de ida, con un Liverpool que pese a la ventaja conseguida buscaba más y fue el gran dominador de la primera parte, pero muchas veces no se gana con eso. Los de Mancini desaparecidos casi en todo el partido en una jugada aislada el holandés De Jong marcaba el gol de su vida, un trallazo desde fuera del área inalcanzable para Reina. El Liverpool seguía buscando el gol y consiguió el fruto de su perseverancia con un penalti que pitaba Phil Dowd por una mano dentro del área de Richards. Gerrard, el capitán del Liverpool volvía a aparecer y no decepcionaba a su afición empatando desde los once metros.
En la segunda parte un Manchester City distinto al de la primera con la entrada en el campo del Kun Aguero por el defensa Savic, se vio mucho más valiente y ofensivo al equipo de Mancini, que mediado el segundo tiempo en una jugada por banda Kolarov centraba desde la izquierda para que Dzeko volviera a adelantar a su equipo. El Manchester City estaba siendo mejor, el resultado era justo y en ese momento estaban clasificados pero el partido se jugaba en Anfield. En este legendario estadio da igual que seas el club con más dinero del mundo, en Anfield, puede que algunas veces el Liverpool no sea el mejor, pero siempre tendrá a su afición al lado para que no caminen solos. Craig Bellamy, ese es el hombre que marcó el empate a dos en un preciosa jugada combinativa dentro del área. Pase al área de Kuyt para Bellamy que haciendo una pared con Johnson se quedaba frente a Hart y lo batía empatando el partido a dos y clasificando a su equipo para la final.
La vuelta en Cardiff nos dejó una historia de esas curiosas a la par de crueles que se ven en el fútbol. El mismo jugador que marcaba en el partido de ida para el Crystal Palace, Anthony Gardner, era quien, en propia puerta igualaba la eliminatoria a los siete minutos de partido ante los 25.652 espectadores que abarrotaban el estadio Cardiff City Stadium para ver la gesta de su equipo. McCarthy era expulsado en el minuto 77 y el Crystal Palace debía afrontar la prorroga con un jugador menos, pese a esas circunstancias aguantaron bien el asedio del Cardiff durante los 30 minutos extra y la eliminatoria se decidiría en los penaltis donde el Crystal Palace solo marcaría uno (Jedinak); el Cardiff City conseguía marcar tres, Conway, Gestede y Whittingham conseguían anotar y clasificar a su equipo para la final de Wembley.
Lo dicho, el 26 de febrero en Wembley el primer título del año en Inglaterra se pondrá en juego, Liverpool y Cardiff City lucharán con sus mejores armas por la Carling Cup.
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