Rayas rojiblancas por la conquista de Europa

Miércoles 9 de mayo a partir de las 20:45 en el Estadio Nacional de Bucarest el Atlético de Madrid buscará su segunda Europa League en su tercera final europeo en dos años donde también se ganó una Supercopa de Europa. En frente estará el que probablemente sea el equipo revelación en Europa, el Athletic Club que el técnico argentino Marcelo Bielsa ha conseguido llevar a unas cotas que no alcanzaba el club de San Mamés desde hace treinta y cinco años.

Bielsa se encontrará en los banquillos con el que anteriormente fuera pupilo suyo en la selección argentina y ahora entrenador del Atletico de Madrid, Diego Simeone. Ambos con una reseña principal para sus jugadores, que lo dejen todo dentro del terreno de juego. Ambos protagonizan la primera final europea con dos técnicos argentinos de la historia y uno de los dos se unirá a Helenio Herrera, Di Stefano y Carniglia al conseguir un entorchado europeo.

A esta final Atletico y Athletic han llegado tras eliminar equipos como Manchester United, Lazio, Schalke 04, Hannover 96, Sporting de Portugal o Valencia pasando por estadios como Parc des Princes, Celtic Park, Luzhniki o Friuli, visitando países como Turquía, Rusia, Escocia, Alemania hasta llevarlos en una más que merecida final en Bucarest, Rumanía.

Además de la mencionada entre Simeone y Bielsa será un partido con muchas pequeñas historias. Falcao jugará su segunda final consecutiva en este torneo con la vista puesta no sólo en repetir el triunfo sino en volver a conseguir el galardón de máximo goleador, ahora mismo se encuentra empatado a diez goles con el holandés Huntelaar. La vuelta de Iraizoz a una final europea tras la que perdió en 2007 ante el Sevilla. La del asturiano Adrián López que hace unos doce meses vivía el duro golpe de sufrir un descenso con el Deportivo de la Coruña y esta temporada ha sido clave en cada eliminatoria para alcanzar la final. Jugadores como De Marcos o Muniaín en los que tendrá la vista puesta Del Bosque, además de en el duelo de laterales derechos, Iraola-Juanfran.

Sin olvidar la polémica por las escasas entradas que la UEFA ha otorgado, no llega a nueve mil para cada club, Bucarest se ha estado tiñendo desde el lunes de un color rojiblanco que ha ido apoderándose de todas las calles para disfrutar la fiesta del fútbol español en Europa. Una fiesta que albergará un escenario inigualable el Estadio Nacional de Rumanía con una capacidad de 63.000 espectadores ampliable a 70.000. Inaugurado el pasado 6 de septiembre con un amistoso entre la selección rumana y la francesa el estadio acoge los partidos de la selección, la final de Copa y Supercopa.

En lo deportivo no se esperan cambios significativos en el once que Simeone ha ido presentando en los partidos claves para llegar a la final, con Tiago sancionado, se presupone un once formado por Courtois como guardameta; laterales Juanfran y Filipe; en la pareja de centrales está la única duda sobre quien acompañará a Godín si Miranda o Domínguez para medirse a la altura del ariete navarro Llorente; Mario Suárez escoltará a Gabi que abrirá el juego tanto a Arda Turan como Diego encargados del último pase a los portadores de la ilusión, los encargados del gol, los delanteros Adrián y Falcao.

Por parte del Athletic Club aún se esperan menos cambios en el once de Marcelo Bielsa pues no es ningún secreto el once que ha utilizado el "loco" durante toda la temporada siempre que no se lo han impedido lesiones o sanciones. Iraizoz defenderá la portería junto a una línea de cuatro defensas formada por Iraola, Amorebieta, Javi Martínez y Aurtenetxe. En la sala de maquinas Iturraspe, De Marcos y Ander Herrera. En las bandas Susaeta y Muniain. Llorente en la punta del ataque.

Día histórico para el fútbol español y en especial para dos aficiones, al final del partido para una más que para otra, pero en las horas previas ninguna podrá olvidar esa ilusión que es poder disputar una final europea. Aficionados del Atlético y del Athletic en Bucarest, Madrid, Bilbao o en cualquier parte de España y del mundo vivirán un día que guardaran para siempre en sus retinas.