Confianza irracional

Este miércoles se juega a partir de las 22:00 uno de los partidos con mayor rivalidad de toda la historia de la liga española, Atletico de Madrid - Real Madrid. Rivalidad mundialmente conocida que en los últimos años ha quedado algo menguada por la inmensa superioridad del equipo de la Castellana sobre el conjunto del Manzanares sumando ya trece años sin que los colchoneros les venzan desde aquel 1-3 en el año del descenso.

Analizando cada equipo, jugador por jugador es innegable que el Real Madrid tiene un equipo muy superior al del Atlético. El presupuesto de los blancos así lo permite y la gestión de los Gil así lo impide. El Atlético de Madrid llega de perder 2-0 en el Ciutat de Valencia y de dar una pésima imagen tanto en juego como en defensa. El equipo muestra una mejor cara en los partidos de casa y otra muy distinta y deplorable fuera de ella.

Simeone llega al derbi sin tres jugadores habituales en el último partido como son Salvio, Mario Suárez y Miranda por sanción, aunque en el caso del último casi es un favor para el equipo. Sus lugares los ocuparan Koke, Tiago y Perea o Domínguez para intentar ganar un derbi que se lleva resitiendo más de una decada. La victoria daría mucha moral al equipo para afrontar el tramo final de temporada para intentar un asalto a los puestos de Champions League que ahora mismo están a seis puntos de distancia.

Este miércoles el Atlético tendrá detrás, y como siempre, a una afición incansable, luchadora y que no dejará de animar durante todo el partido. Un afición que ya empezó a jugar el derbi muchas horas antes de que el arbitro pite el inicio, una afición que ya sueña con la necesitada victoria. Una afición consciente de los que tiene en frente, y a la vez confiada en que esta vez sí, esta vez se les puede vencer. Tal vez sin ningún motivo lógico, pese a numerosas polémicas arbitrales de años atrás, pese a sanciones, pese a los 37 puntos que están por debajo de su eterno rival, es una afición que confía y que cree.

A pocos atléticos se le podrá preguntar estos días si van a ganar el derbi y respondan que no, todos confían en que sí que ya toca, porque se juega en casa, por los buenos números de Falcao, por la magia de Diego, porque es el Atletico de Madrid y francamente pocas razones más se me pueden ocurrir, pero hay confianza en que sí, tal vez una confianza irracional, o un ejercicio de fé, sea lo que sea, la afición colchonera nunca bajará los brazos e intentará llevar a su equipo en volandas confiando en que el equipo de sus corazones con el que se despiertan pensando todas las mañanas les dé la alegría que no han podido tener estos trece años atrás.