18 jun 2013

El partido más feliz para Tahití

Victoria de la selección nigeriana por 1-6 frente a la de Tahití en el segundo partido de la primera jornada del grupo B en esta Copa Confederaciones. Un partido que no se recordará ni por su fútbol, ni por sus goles, que pese a ser muchos, solo uno resonará en la memoria, el del combinado de Tahití que cumplió el sueño de competir al máximo nivel mundial.

Etaeta, seleccionador tahitiano, formaba con Samin bajo palos; Simon, Vallar, Ludivion y A. Tehau en defensa; Bourebare junto a Aitamai en el medio; Caroine  y J. Tehau en bandas conectando con Chong Hue y el "remero" Vahirua.

Keshi, seleccionador nigeriano, con bajas destacadas como las de Moses, Emenika o Nosa con respecto a la pasada Copa África hace cinco meses alineaba a Enyeama bajo los palos; cuatro defensores: Echiejile, Oboabona, Omeruo y Ambrose; el experimentado Obi Mikel en elcentro del campo acompañado por Ogude y Mba y en el ataque Oduamadi, Musa y Ujah.

Nigeria empezó marcando a los cuatro minutos de partido para desgracia de Tahití, y digo esto porque no recuerdo tan mala suerte a la hora de encajar un gol. El balón golpea al arbitro y sale rebotado para Echiejile que disparo desde algo más de veinte metros golpeando en dos defensores tahitianos y despistando por completo a su guardameta. Seis minutos más tarde error de Tahití en la salida de balón, la recupera Oduamadi que progresa se marcha de dos defensores con facilidad y marca el segundo. El propio Oduamadi marcaría el tercero para su país tras un fallo del guardameta Samin que después sería clave evitando dos goles de Nigeria que hubieran sido si no hubieran tenido un exceso de relajación los atacantes africanos.

En el segundo tiempo saltó la sorpresa y una de las noticias más bonitas de esta Copa Confederaciones: el gol de Tahití saque de esquina botado por Vahirua, muy mal defendido por Nigeria que deja solo a Jonathan Tehau en el segundo palo y que puso en pie no solo a un país sino a todos los románticos del fútbol a los que les gusta ver como como los pequeños plantan cara a los grandes. Minutos más tarde el propio goleador tahitiano se marcaría un gol en propia puerta, el cuarto para Nigeria y en el último cuarto de hora vendrían los dos últimos goles por parte del cuadro africano logrados de nuevo por Oduamadi, que lograba un hat-trick y Echiejile.

Más allá del abultado resultado con lo que hay que quedarse de este partido es con la paradoja de que un equipo al que le han metido seis goles se va más feliz por haber marcado uno que el otro equipo, y es que para Tahití es mero hecho de participar en esta Copa Confederaciones y enfrentarse a selecciones como Nigeria, España o Uruguay ya es un premio enorme. Solo hay que verles llorando de la emoción en el momento del himno u obsequiando collares tradicionales al conjunto nigeriano. Por cosas como estas es tan grande el fútbol.


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