Vicente Del Bosque ante todo el debate generado en torno a la portería española en los últimos meses no le temblaba el pulso y le daba la titularidad al capitán de la selección Iker Casillas, junto a él formaban en defensa Arbeloa, Ramos, Piqué y Jordi Alba; Busquets por delante, acompañado de Xavi y Cesc; Iniesta y Pedro conectado con Soldado en la punta.
Tabárez alineaba al guardameta Muslera bajo los palos; zaga compuesta por Pereira, Lugano, Godín y Cáceres; Gargano y Pérez en el doble pivote; Cebolla Rodríguez y Gastón Ramírez por bandas; la dupla ofensiva, dos de los jugadores llamados a destacar en esta Confederaciones y a mover el mercado de fichajes: Luis Suárez y Edinson Cavani.
España solo en el primer tiempo ya presentó sobradamente sus credenciales para llevarse no ya el partido, sino la Copa Confederaciones. Dominio absoluto del combinado español que durante los diez primeros minutos llegó a tener un 86% de posesión y dos ocasiones claras. La primera un centro desde banda izquierda de Alba que no alcanzaron a rematar ni Cesc, ni Soldado por centímetros; y la segunda también iniciada desde la derecha por Alba que da un pase hacia la frontal del área, la deja pasar a Iniesta para que el balón le llegue a Cesc que armaba rápido un gran tiro con la mala fortuna que se encontró con la madera. Uruguay no veía el balón, ejercía una presión muy pobre en la salida de balón español lo cual ayudaba a España. El primer gol no tardaría en llegar, se dio a los 20 minutos, un balón que le queda suelto a Pedro en el balcón del área que le golpea según le llega con pierna derecha, golpea en Lugano que desvía la trayectoria metiendo el balón en la portería, convirtiéndose en el primer gol del torneo.
Poco cambiaría Uruguay ante el gol recibido, la tónica y la dinámica del juego seguía siendo la misma por lo tanto solo pasaron diez minutos entre el primer y el segundo gol de España. Jugada de Cesc que progresa con el balón controlado hasta la medular y tira un pase rompiéndole la cintura a Lugano para Soldado que ante Muslera no perdona, y le engaña picandole la bola y marcando el segundo gol del partido en una de las mejores media hora que se le recuerda a la selección. A partir de aquí a Uruguay le empezó a disgustar el devenir del partido y empezó a mostrar un juego sucio desproporcionado que el colegiado nipón se encargó de parar mediante necesarias tarjetas que evitaron que fueran a más las duras entradas y codazos "celestes".
Segundo tiempo muy descafeinado en parte porque la selección española se relajó bajó un pistón y la selección uruguaya estaba más pendiente de que no le marcaran un tercer gol que de marcar ellos un primero, por lo que incomodaba en la zona de creación de jugadas entres cuartos de campo mucho más de lo que lo hicieron en el primer tiempo. Mediado el segundo tiempo, carrusel de cambios más parecido a los que se pueden acontecer en un amistoso que en un partido como el que estaban protagonizando estas dos campeonas. Del Bosque dio descanso a Xavi y Fabregas para dar paso a Javi Martínez y Cazorla. Pero estos no fueron los cambios que pusieron en pie el Arena de Pernambuco sino la entrada del jugador de Internacional de Portoalegre, dos veces Bota de Oro, Diego Forlán. Con una muy relajada España, una falta en el pico izquierdo del área la botó Suárez disfrazado de Pirlo por encima de la barrera batiendo a Casillas de forma inapelable. El combinado de Tabárez intentó disponer de otra ocasión para poder empatar el partido pero el pitido final del arbitro se les echó encima.
Primeros tres puntos para España en la fase de grupos de la Copa Confederaciones precisamente ante el rival más fuerte. En la próxima jornada (jueves 21:00, hora española) España se enfrenta ante algo más que la "Cenicienta" del grupo que es Tahití, que solo cuenta con un jugador profesional en su plantilla. Uruguay, por su parte, se jugará la otra plaza para semifinales ante la Nigeria campeona de África.
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